Esta entrada va orientada a especificar aquellas cosas básicas que
necesitarán los estudiantes de Traducción e Interpretación. Visto que la
mayoría de nuestras visitas y comentarios proceden de personas
interesadas en cursar la carrera en un futuro próximo, parece
conveniente darles unos pocos consejos antes de empezar las clases. Para
esto, os ofrecemos la siguiente lista de material básico para un estudiante de Traducción:
1. Diccionarios
Esto parece una obviedad puesto así tal cual, pero los diccionarios son
una herramienta fundamental del traductor profesional, que no un sustituto, como
tiende a pensar la gente que no tiene la menor idea sobre la traducción.
El tema de los diccionarios nos llevaría horas y por eso pretendemos
desarrollarlo con más detenimiento en una entrada futura, pero,
resumidamente se podría decir que un estudiante de Traducción necesita
diccionarios de los siguientes tipos:
-Monolingües. Los de las lenguas A y B son
imprescindibles. Más adelante se pueden adquirir diccionarios
monolingües de otras lenguas que se estudien, pero los más inmediatos
son los de las lenguas A y B, que serán los idiomas con los que se
empezará a traducir desde el primer momento.
-Bilingües. Los diccionarios bilingües tienden a ser
bastante impopulares entre los traductores ya que las equivalencias
entre términos de dos idiomas nunca es total y hay que extremar la
precaución al usar esta herramienta. Sin embargo, pueden sacarnos de un
apuro o permitirnos investigar partiendo de una primera fase que se
complementaría consultando posteriormente el diccionario monolingüe. Se
recomiendan diccionarios bilingües de todas las lenguas que se estudian.
-Diccionarios ideológicos, de sinónimos, especializados y de usos y dudas. Todos estos son extremadamente útiles para el traductor por lo que los comentaremos con más detenimiento en otra entrada.
2. Gramáticas.
Las dudas de gramática son constantes y parece que nunca acaban por
mucho que se domine un idioma, por lo que es recomendable tener
gramáticas de todas las lenguas que se estudien.
3. Libros de estilo.
Las dudas a la hora de redactar, puntuar o sobre ortografía siempre
están presentes y varían dependiendo de la persona a la que se consulte.
Por esto, se recomienda el uso de los libros de estilo, publicados por alguna empresa de traducción con buena reputación o periodísticas. La idea es, partiendo de una base de
conocimientos, echar un vistazo a varios libros de estilo y, según sus
criterios, elegir el que más nos convenga para nuestros propósitos. Es
decir, el Libro de estilo de Telemadrid a lo mejor nos interesa menos que el Libro de redacción de la Vanguardia porque el lenguaje periodístico escrito nos interesa más que el audiovisual.
4. Tecnología.
Un estudiante de Traducción necesita casi todos los días del año medios
informáticos. A parte de que la universidad española cada vez está más
informatizada y la mayoría de consultas y trámites se hacen ya online,
la carrera de Traducción e Interpretación está especialmente interesada en los recursos
tecnológicos. En todas las asignaturas el ordenador es útil, si no
imprescindible, y la cantidad de trabajos y exposiciones que se acaban
realizando con la ayuda de ordenadores constituyen un altísimo
porcentaje de cada asignatura.
Por lo tanto, se recomienda que todos los estudiantes tengan un ordenador propio, a ser posible portátil para llevar a clase (tomar apuntes, hacer búsquedas de recursos online, realizar exposiciones, etc).
Por extensión, la conexión a internet casi las 24
horas del día va unida completamente a la necesidad del ordenador. ¿Qué
es un traductor sin internet? Pues nada no es, tampoco vayamos a
dramatizar, pero sí es un traductor cojo que no utiliza todos los
recursos que están a su disposición para facilitarle y mejorar su tarea.
Por último, también es necesario el acceso a una impresora.
Mejor si es nuestra exclusivamente, un poco peor si es compartida en un
colegio mayor, irremediablemente, y muchísimo peor si dependemos de una
tienda de impresión a la que tendremos que ir constantemente y estar a
merced de sus horarios, sus posibles averías y su afluencia de público.
Invertir en una impresora no es ninguna tontería. Respecto a la
universidad, ni menciono las impresoras porque son una verdadera
desgracia. En nuestra universidad en concreto no se puede contar con
ellas porque la mayoría del tiempo no funcionan o hay muy pocas para
toda la gente que las necesita, y sospecho que esto se repite en
facultades a lo largo y ancho de la geografía española.
5. Soporte literario y audiovisual.
Es completamente imprescindible para todos, todos los estudiantes de
Traducción tener un contacto continuo con la cultura y el arte de las culturas
con las que estamos tratando. Es decir, HAY QUE LEER,
¡por favor! Si no os gusta leer, no estudiéis esta carrera. En serio,
creo que es la primera vez que digo “si no …, no estudiéis Traducción”, pero es
que esto es un problema muy gordo. Las personas que no tienen un
contacto continuado con la literatura tienen un déficit muy serio a la
hora de traducir y no, no hablo de traducción literaria. Aparte de que
al leer aprendemos nuevas palabras y expresiones que nos hacen adquirir
una mayor competencia del idioma, la literatura nos aporta conocimientos
muy diversos, y es eso precisamente lo que se busca en un traductor:
una cultura general amplísima.
Por lo tanto, hay que leer libros en las lenguas A y B constantemente
e, idealmente, también en la lengua C. Es muy importante no abandonar
nuestra primera lengua, ya que como nos enseñaron en Lingüística
Aplicada, un traductor sólo puede alcanzar un registro en otro idioma
igual o inferior que el de su lengua A, por lo que debemos avanzar en
conocimientos en absolutamente todas las lenguas que utilicemos.
En cuanto a lo audiovisual, la música, el cine, la televisión, la
radio o internet son fuentes inagotables de expansión para nuestro
desarrollo de las lenguas y el estudiante de Traducción debe explotarlas al
máximo, aprovechando que ahora es más fácil que nunca adquirir nuevos
conocimientos sobre otras lenguas y culturas. El progreso que se realiza
con estos medios es igual de importante que el literario.
6. Glosarios y recursos online.
Desde el primer día de clase a los alumnos de Traducción e Interpretación se les llenan las
manos de fotocopias y documentos con contenidos que pueden o no tocarse
precisamente en la asignatura que los ha aportado. ¿Qué hacer con todo
esto? Nuestra recomendación es clasificar lo que se nos da y valorar su
futura utilidad. El estudiante de TeI a lo largo de su carrera académica
desarrolla los conocimientos y la experiencia básica para atajar
posibles situaciones de traducción e interpretación futuras, pero a la
hora de la verdad, cada texto es único. Y aquí entran en juego los
glosarios y los recursos online. Gran parte de las fotocopias y
documentos que nos llegan durante la carrera son de esta naturaleza y es
conveniente guardarlos y clasificarlos para futuras
traducciones. Por muy simple que parezca un glosario sobre las partes de
un coche o los ingredientes de un plato típico escocés, la realidad es
que pueden sacarnos de un apuro en más de una ocasión en el futuro.
Especialmente útiles son los glosarios con dibujos o fotografías, ya que
nos hacen comprender una realidad inmediatamente antes de que podamos
pensar siquiera en su traducción o en la posible existencia de un
equivalente cultural.
Estos seis puntos resumen brevemente lo básico en un primer contacto
con la carrera. Esperamos que os sea de ayuda a todos los que vayáis a
estudiar Traducción e Interpretación.
Muchas gracias por compartir estos consejos. A los que estamos estudiando traducción siempre nos viene muy bien la experiencia de traductores profesionales experimentados :-)
ResponderEliminarFelicidades! Me ha encantado estos consejos que nos has brindado. Sigue escribiendo y animando a aquellos futuros traductores e interpretes!!
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